El anexo del brillo de tus ojos 
comparado con la profundidad de tus pupilas 
remarca el indicio metafórico de nuestra nueva rutina. 
El dominio arbitrario de tus manos sobre las mías 
reproducen y ejemplifican todas las palabras reducidas. 
El desbaraté en tu cama y las miles de partículas enredadas en nuestros cuerpos 
atañen a nuestros sentimientos. 
La perfección encarnada y tus palabras suaves sobre mi cara 
desentrañan miles de sonrisas libres de codicia. 
Y yo que entre tus brazos y piernas me arrastre 
delimito tu piel cortejando tus latidos y absorbiendo tus gemidos. 
Y yo que entre tus sabanas me acurruque 
demarco el destino afrontando al surrealismo. 
Y yo cansada de recorrer difíciles caminos 
defendí mis principios y mi instinto.. 
Y yo cansada de caminar descalza por camas heladas 
permití que te adueñes de mis destrozos y de mis ansias.. 
Y yo que de todo este insomnio me adueñé 
me permití enviciar tu figura y tus palabras profundas.. 
y yo que entre todo este alboroto sonoro me perdí 
preferí abandonar mi cuerpo y sumergirme en tus besos...