Solo con hablar un segundo con ÉL, me genera tanta pero tanta felicidad… Después de tres días de no verlo, de esa absurda pelea que tuvimos por mis estúpidas contestaciones, esa pestaña que se asoma a la derecha del monitor, se asomó sin avisar, sin aviso previo, fue lo que me alegro el día… Como siempre, gracias a ÉL estoy feliz
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