Solo habían pasado unos minutos desde que él había cruzado la puerta de casa, su olor todavía rondaba por mi habitación y sus manos todavía parecían rodear mi cintura. Sentía nostalgia, no sabía cuando volvería a verlo. Pero algo tenía muy claro; deseaba que fuera lo más pronto posible. A su lado todo es diferente, mi realidad totalmente gris se convierte en un azul celeste, como el cielo... Así me siento a su lado,
A 3 metros sobre el cielo.
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